¡Que irrumpa con urgencia una Angela Davis en el ágora catalana!

¡Que irrumpa con urgencia una Angela Davis en el ágora catalana!

[Crónicas sabatinas] Más acá y por debajo de la identidad étnica sobrecargada y del soberanismo excluyente y sus numerosos sistemas afines

“El racismo no tiene fronteras ni banderas, lo encontramos tanto en las concertinas de Ceuta y Melilla como cuando miramos de reojo a un mantero en la Rambla de Barcelona. Racismo en levantar muros en México igual que lo es votar a favor de la reforma de la ley de extranjería en el Congreso de los Diputados. Racismo es disparar bolas de gomas a inmigrantes medio ahogados en una playa igual que lo es que cinco policías apaleen a un rumano en una comisaría y acaben indultados… Nos gusta pensar que Catalunya es una tierra integradora, y hoy estáis dando un ejemplo. Experiencia no nos falta. No hace muchas décadas llegaron miles de andaluces, de extremeños, de castellanos, de gallegos, que venían a trabajar y a dar a sus hijos las oportunidades que ellos no tuvieron. Ayudaron al progreso de todos y no tengo claro que ellos lo tuviesen muy fácil. Acabaron viviendo en enormes bloques de pisos minúsculos construidos sin muchos miramientos en solares sin urbanizar en las afueras de las ciudades. Junto con muchos catalanes lucharon por cada plaza, por cada ambulatorio, por cada escuela pública que consiguieron para su barrio. Precisamente son estas personas de barrios obreros que quizá no se han podido pagar la entrada para entrar en este concierto las que hoy conviven directamente con las personas venidas del resto del mundo, y son sobre todo estas clases populares las que luchan contra un eslogan perverso, un eslogan sucio y asqueroso que dice ‘primero los de casa’. La solidaridad tampoco tiene fronteras ni banderas”

Rebelión (18.02.2017)