Comunicado ASEC/ASIC (19.02.2018): Día 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora [vigente para 2020]

Cartel

El 8 de marzo se tienen que llenar las calles, porque sin o contra las mujeres trabajadoras no se mueve el mundo

[NOTA | ASEC/ASIC: Reproducimos el Comunicado del año 2018, como ya hicimos el año pasado, por ser plenamente vigente también para este año 2020. Lamentablemente sólo hemos de variar el siguiente párrafo donde corresponde que queda así: “Recordemos que este 8 de marzo no estarán TODAS porque cada año mueren asesinadas muchas mujeres. El año 2019: 55 mujeres y 3 menores murieron asesinados a consecuencia de la violencia de género.”]

La Comisión Gestora de la Asamblea Social de la Izquierda de Cataluña (ASEC/ASIC), en fecha 19 de febrero de 2018, decidió emitir el siguiente comunicado:

Comunicado ASEC/ASIC (19.02.2018): Día 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Nuestra Asamblea tiene entre sus objetivos fundacionales el defender la igualdad de todas las personas, hombres y mujeres, sin discriminaciones derivadas de razones identitarias, sociales o lingüísticas (Manifiesto Fundacional de la ASEC/ASIC).

Conscientes de las aportaciones que las mujeres realizaban a nivel social y, sin embargo, de las discriminaciones que padecían en todo el mundo, en 1910, en la II Conferencia de Mujeres Socialistas, y a propuesta de Clara Zetkin, se decidió institucionalizar el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, cuya primera celebración tuvo lugar en 1911. Dicha celebración fue asumida por la II Internacional y luego por la III.

En los últimos años ha habido una deriva conceptualmente preocupante respecto al 8 de marzo, ya que ha tendido a vaciarlo de su contenido de clase. La mejor prueba es que con frecuencia, curiosamente, se olvida el adjetivo “trabajadora”, reduciendo la jornada a una reivindicación feminista interclasista. No se trata de condenar la posibilidad de un día de reivindicación simplemente feminista -así, apoyaríamos sin reserva una jornada de denuncia de la violencia de género que resulta tan necesaria como imprescindible implementar soluciones a la misma-, pero el 8 de marzo no fue concebido así.

Dejando sentado lo anterior y por ello mismo, somos críticos con la convocatoria de paros laborales para el próximo dia 8 de marzo, en el marco de la campaña por la huelga internacional de las mujeres, pese a que persiga una necesaria visualización de las violencias y las desigualdades que viven las mujeres en nuestro dia a dia a nivel global. Se quiere poner el acento sobre un hecho escandaloso, la discriminación salarial que sufren muchas mujeres. Lo primero que hay que decir es que esa injusticia no afecta a todas las mujeres por igual. Por ejemplo, en el sector público la igualdad salarial entre sexos es prácticamente universal, cosa que no ocurre en el privado. Y en él la citada discriminación afecta más a los empleos de rango inferior que a los otros. Pero esa discriminación tiene orígenes más profundos. Parte por ejemplo del hecho que en la familia tradicional, sobre todo en las más humildes, el excedente que se podía dedicar a la educación de los hijos se desviaba con preferencia hacia los varones. Parte también del hecho biológico de la maternidad y, sobre todo, del cuidado de los hijos. Al precio escandaloso que en nuestro país funcionan las guarderías (incluso las públicas, que en ocasiones llegan a ser más caras que las privadas), una mujer ha de poder cobrar un salario realmente digno para que, como mínimo, pueda hacer frente a la cuota mensual de la guardería. Mal que les pese, muchas mujeres se ven obligadas a ocuparse de los hijos, renunciando a su realización a través del trabajo. Y cuando les llega el síndrome del “nido vacío”, con mucha frecuencia han perdido el tren de la inserción laboral. En la celebración de este año del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se propone una huelga de algunas horas para reivindicar la igualdad salarial. Por supuesto que una huelga es una medida de fuerza que se utiliza para conseguir un derecho negado. Pero no debe olvidarse que la huelga ha sido, y es, una forma de lucha de las clases trabajadoras. Y cuando se pretende ir más allá, se desvirtúa conceptualmente. En Cataluña tenemos una dolorosa experiencia reciente, con los llamados “paros país”. El citado llamamiento a la huelga del 8 de marzo tendría que tener muy en cuenta, por lo tanto, que la sociedad está dividida en clases y esa división es independiente del sexo.

En definitiva, debe recordarse que la aspiración de “a igual trabajo, igual salario” trasciende la pertenencia a un sexo u otro, y ha sido una consigna histórica del movimiento obrero, pero es innegable que en este momento histórico esa aspiración afecta primordialmente a las mujeres y, dentro de ellas, a las pertenecientes a las clases trabajadoras.

Recordemos que este 8 de marzo no estarán TODAS porque cada año mueren asesinadas muchas mujeres. El año 2017: 49 mujeres y 8 menores murieron asesinados a consecuencia de la violencia de género.

Que resulta totalmente intolerable el nivel de desigualdad entre hombres y mujeres, a nivel laboral y social.

Y es por todo lo anterior por lo que EXIGIMOS el fin de la DISCRIMINACIÓN LABORAL entre personas, expresando nuestro posicionamiento contrario a la segregación vertical y sectorial y al acoso en el trabajo, a favor de la igualdad salarial y de las medidas que contribuyan a la coresponsabilidad de mujeres y hombres en el ejercico de los cuidados domésticos.

LUCHAMOS por unas condiciones de trabajo dignas.

EL 8 DE MARZO se tienen que llenar las calles, porque sin o contra las mujeres trabajadoras no se mueve el mundo.