Sánchez, sorpresa con oportunidades

Sánchez, sorpresa con oportunidades

La fortaleza de Sánchez a corto plazo no es política sino psicológica. Radica en haber hecho posible lo que quería gran parte de la ciudadanía: dejar atrás la etapa de Rajoy y sus nefastos ministros, no solo por la corrupción, también por su desidia e ineptitud ante los problemas sociales. El cambio del principal actor en la política española supone también una buena noticia para mejorar el enfermizo clima nacionalista en Catalunya. Ofrece una oportunidad para el diálogo, que no para la negociación mientras el separatismo solo quiera hablar de independencia y “presos políticos”. Pero que ERC y PDECat hayan votado a Sánchez les obliga a cambiar el discurso porque España ya no es el PP. Es sorprendente que hayan preferido perder ese señuelo que atraía a tantos catalanes. Eso abre una oportunidad para los constitucionalistas que se suma al grave error de Carles Puigdemont de designar como president al xenófobo Quim Torra.

El Periódico (3.06.2018)