Torra reescribe la reunión

Torra reescribe la reunión

En definitiva, la reunión se puede calificar de diálogo entre gobiernos en el marco autonómico, muy a las antípodas de lo que el independentismo exigía solo 72 horas cuando Torra afirmaba que lo único que esperaba de Sánchez era escuchar la fórmula por la que el ejecutivo español iba a reconocer a la república catalana o liberar a los presos. Por eso, 48 horas después de la reunión el president, intenta ofrecer a su parroquia una sucesión de frases irredentas (increíblemente llamativo es que le dijera a Sánchez “tengo 55 años, hijos mayores y nada que perder”) con la que consolar a los hiperventilados y posponer para más adelante una realidad dolorosa: no hay ni habrá probablemente jamás una negociación política para la secesión. Peor aún, todo lo que han hecho en la legislatura pasada carece de sentido. El único consuelo es la ratafía.

Crónica Global (11.07.2018)