¿Conviene llamar-legitimar a un ex presidente sionista partidario del lío-desastre y de la aniquilación del demos común?

¿Conviene llamar-legitimar a un ex presidente sionista partidario del lío-desastre y de la aniquilación del demos común?

Yo no logro ver que la función de una izquierda transformadora pase por reconocer a un irresponsable presidente fugado ni por pactar “mercados de futuro” con alguien visceralmente nacionalista aunque ahora, aparentemente, juegue a ser un político pragmático, de orden y seny, después de haber desencadenado, con la ayuda de muchos de sus colegas de partido y de exclusión, toneladas de rauxa y de haber nombrado nada menos que a alguien de la bajeza poliética de Ernest Maragall como candidato a la alcaldía de Barcelona.

Rebelión (25.10.2018)