La última trampa del multilingüismo

La última trampa del multilingüismo

El equívoco parte de un error inicial: el problema no es lingüístico, sino político. La lengua es un pretexto, no el problema. Y si es un pretexto político no se arregla multiplicando lenguas, sino respetando el Estado de Derecho, no amoldando el Estado de Derecho a los excesos y abusos identitarios del nacionalismo lingüístico.

El Catalán (5.09.2019)