No busquen en Buenos Aires ningún recuerdo de Simón Radowitzky. El represor de los que reclamaban justicia social, el coronel Falcón, sí tiene en cambio una estatua dedicada en el exclusivo barrio de Recoleta de la capital porteña. De vez en cuando en su base, aparece una pintada precedida del símbolo anarquista: “Simón vive”.
El Papel (9.10.2022)