Huevos de oro

Huevos de oro

La imagen de las cinco “bledas” en la puerta del juzgado afianza el patriarcado más rancio, ese que nos marca a fuego que la mujer no puede follar por placer cuando quiera, sin culpa ni estigma, ni con quien quiera, si no hay algún tipo de conexión metafísica, amorosa o filosófica con el compañero de cama

El Taquígrafo (4.02.2023)