(Página herida) El eterno (y cansino) retorno: estrategias y planes nacional-lingüísticos

(Página herida) El eterno (y cansino) retorno: estrategias y planes nacional-lingüísticos

En realidad, lo más interesante de la última encuesta sociopolítica del CEO no es la información sobre el estado del sentimiento religioso en Cataluña sino una pregunta hasta ahora inédita sobre la identidad subjetiva de la población. Ante una batería de posibilidades, los entrevistados deben escoger los tres elementos con los que se identifican mejor. Pues bien, los “elementos de identidad” que escoge la mayoría son “mi generación” y “mi barrio o pueblo”. De manera previsible, “mi religión” solo lo escoge uno de cada 10 entrevistados; lo que sorprende es que “mi país” solo sea un elemento de identidad principal para poco más de un tercio de los interpelados. Si cruzamos esta variable con la edad, la sorpresa va en aumento: entre los jóvenes de 16-24 y 25-34 años el porcentaje de los que se identifican con “mi país” no llega al 30%. Ante estos datos surge la pregunta: como posible secuela del procés, ¿podría ser que estuviésemos viviendo una oleada de laicización en el plano nacional? Sobre esta cuestión hay un dato en la encuesta que llama la atención: cruzando la variable de la identidad subjetiva con la simpatía de partido, descubrimos que los entrevistados que escogen “mi país” como elemento de identidad principal solo son mayoritarios entre los simpatizantes de dos partidos. Entendiendo que tras “mi país” hay dos países distintos, se trata de Vox y de Junts. Da qué pensar. Albert Branchadell (2023) (los énfasis son míos)

Blog de Salvador López Arnal (13.04.2023)