Este país siempre será de ellos
Nunca sabremos si aquel 17 de enero de 2018, cuando Ernest Maragall proclamó que “este país siempre será nuestro”, se estaba refiriendo a su clase social o a la ideología que hoy profesa. O a ambas. Pero en todo caso, su llanto y crujir de dientes (como el de Torra y el de los independentistas que el día de la toma de posesión de Colau la llamaban “puta” y le arrojaban monedas) retratan a la perfección qué ocurre cuando se le para los pies a quien se cree “con derecho a”, a su feroz pulsión patrimonial, a su mezquino e implacable sentido de la propiedad, tan de burgués o hacendado rural. Porque, hombre, ¿cómo no va a ser alcalde Maragall, si esta tierra es nuestra?
El Triangle (18.07.2019)