Para mí, un nacionalista es como el que está enamorado. Está dominado por una filia, que es un sentimiento irracional, al que le da igual que le expliques que nacionalismo y fascismo son la misma cosa, y que él está ahí, practicando ambas, porque no te va a creer. Te va a mirar con la misma cara que si le invitas a dar una vuelta a lomos de tu unicornio rosa.
El Taquígrafo (24.10.2019)