La historia del Independentismo en estos años es una historia de fracasos. Ha errado una y otra vez en sus predicciones. Ni el Referéndum fue legal, como aseguraron los propios expertos contratados por la Generalitat, ni votaron 2.000.000 de personas porque es físicamente imposible hacerlo en los centros de votación válidos, ni Europa nos acogió con los brazos abiertos, ni seremos miembros de la ONU por derecho propio…ni nada de nada. Poco importa, una parte substancial del Independentismo se muestra impermeable al razonamiento precisamente porque la victimización de la que han bebido tiene un fuerte componente etnicista. Sectores independentistas basculan ya hacia el fascismo, al igual que se refuerzan las tendencias fascistas de la ultraderecha española que ve con deleite como el “conflicto catalán” les hace ganar proyección social y seguramente respaldo electoral.
Crónica Popular (2.11.2019)
