Si se quemaron iglesias, no fue por casualidad
La jerarquía de la Iglesia católica, no por casualidad íntimamente ligada a los intereses de los privilegiados, siempre había estado al servicio de los mismos y lo confirmaría durante y después del conflicto. El franquismo se lo gratificaría ampliamente y el advenimiento de la democracia acabaría por consolidar de facto y de iure–ahí está el Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede de 1979 vigente hasta nuestros días– esta situación.
El Papel (20.07.2021)