Con deslumbrante claridad filosófica, con singular e infrecuente coraje político

Con deslumbrante claridad filosófica, con singular e infrecuente coraje político

Presentación del libro de Nicolás González Varela, Heidegger. Nazismo y Política del Ser, Montesinos, Vilassar de Dat (Barcelona), 2017

Filósofo alemán, escribía Manuel Sacristán a finales de los setenta, nacido en Messkirch (Baden) el 26 de setiembre de 1899 y murió el 26 de marzo de 1976 en su lugar natal. Era, señalaba ya entonces, “el filósofo más influyente de Europa en los primeros años posteriores a la segunda guerra mundial y ya antes, por lo que hace a los círculos profesionales”. Su vinculación con el poder nazi, en favor del cual pronunció su célebre discurso rectoral recordaba el autor de Las ideas gnoseológicas de Heidegger, su tesis doctoral de 1959, se reflejaba en algunas de sus obras, “más en la forma de una coincidencia de talante -con manifestaciones como la glorificación del “pueblo del Centro” o la apología de “la íntima verdad y grandeza del nacionalsocialismo”- que en una fundamentación ideológica”. El nazismo, añadía Sacristán, “buscó ésta en personajes no comparables con Heidegger, como el mediocre Rosenberg. Por lo demás, el rectorado de Heidegger no llegó a durar 11 meses, pues ya en 1934 el filósofo dimitió para no ser responsable de la destitución de los decanos de Friburgo que no eran nazis”.

Rebelión (23.03.2017)