En definitiva, que 30 años atrás, cuando todo parecía ir bastante bien en España, cuando el Estado se había gastado una millonada en inversiones en Cataluña y nadie hablaba de “expolio fiscal”, cuando el hecho lingüístico del catalán apareció ante el mundo con absoluta normalidad al lado del castellano, el inglés y el francés, y los Reyes entraron en el estadio bajo el himno de Els Segadors, los jóvenes cachorros ya estaban dispuestos a joder la marrana. Y nada de lo que sucedió después les fue ajeno.
Crónica Global (10.08.2022)