Segre, de 92 años y que fue deportada al campo de concentración nazi con 13, fue nombrada senadora vitalicia en 2018. Ahora sufre amenazas de muerte por parte de grupos de la extrema derecha y antivacunas, está obligada a llevar escolta policial y muestra preocupación por el Gobierno de Meloni
El diario (2.01.2022)