Sombras chinas

Sombras chinas

Hoy, como ayer, el dilema estratégico se resume en una disyuntiva: alternancia o alternativa. Alternar en el marco de los consensos actuales o erigirse en alternativa a los mismos. Hay, sin embargo, una diferencia importante con respecto a la década de los 90. El mundo está cambiando sus bases geopolíticas y es ya nítidamente multipolar, plural, diverso, policéntrico. Un mundo nuevo que no acepta el dominio de EEUU y que ha sido construido sobre las ruinas del llamado neoliberalismo. Una nueva economía política en la que el peso de Eurasia será determinante y que hará dudar a las potencias europeas, especialmente a Alemania. De hecho, ya está ocurriendo. Los consensos existentes en España corresponden a un mundo acabado que habita en los páramos del pasado. Defenderlos significa ir contra la historia y, en el caso de la izquierda, prepararse para una derrota que será estrepitosa. Ahora más que nunca, necesitamos un discurso autónomo, fuertemente unitario y orientado hacia la construcción de una alternativa socialista, democrática y republicana. Una alternativa internacionalista que defienda una Europa confederal y no alineada en la dinámica de bloques que está surgiendo en el mundo. Un proyecto, en definitiva, que reme a favor de la historia.

El Viejo Topo (19.01.2023)