La ley solo le interesa a Junts en la medida que el expresident pueda regresar al día siguiente de publicarse en el BOE
Cuando Sánchez afirma que “todos los independentistas van a ser amnistiados porque no son terroristas”, uno se pregunta ¿por qué entonces la ley tiene [que] perdonar algo que no existió? Si hubo o no terrorismo, solo corresponde a la justicia decirlo. Ni Sánchez ni Feijóo pueden dictaminar sobre ello porque sus opiniones reflejan solo sus intereses. Lo que sí podemos valorar es que hay una causa abierta por terrorismo, con una instrucción cerrada, contra 13 personas de los CDR, y que la Fiscalía pide elevadas penas de cárcel. Lo sostiene el mismo fiscal, Miguel Ángel Carballo, que lleva la contraria al juez de instrucción García-Castellón por las acusaciones contra Puigdemont por el Tsunami, y que tanto han condicionado el voto finalmente en contra de Junts a la ley de amnistía.
Una cosa es lo que sucedió durante el ‘procés’, que es la causa que sentenció el TS con condenas por sedición, malversación y desobediencia, y otra son los episodios violentos posteriores a 2017, donde cabe la hipótesis de terrorismo, pero que todavía no se han juzgado. Si la ley quiere amnistiar los delitos probados, los posibles y también los imaginados por algún juez, puede hacerlo, pero a costa de erosionar el Estado de derecho.
La ley tampoco puede impedir que los jueces hagan su trabajo, o bloquear los recursos de inconstitucionalidad o prejudiciales ante el TJUE. El problema radica en el PSOE le prometió a Puigdemont lo que no podía, que su regreso podría ser inmediato, sin apenas obstáculos. Es claro que la amnistía es un éxito para el separatismo y que va a aliviar la situación de algunas personas con causas pendientes (que son decenas, pero no esos miles de la propaganda). Entonces, ¿por qué Junts votó en contra? Sencillamente porque la ley solo le interesa en la medida que el expresident pueda regresar al día siguiente de publicarse en el BOE. ¿Con qué finalidad? La de liderar Junts, primero, en las europeas; y, si le va bien, como candidato a la Generalitat frente a Illa y Aragonès. El minuto de la ley es de inesperada prórroga, pero el resultado está escrito: de una forma u otra saldrá adelante.
El Periódico (2.02.2024)
