Acercándonos al abismo de la guerra

Acercándonos al abismo de la guerra

Solo me queda terminar con la parábola de la rana y la olla. Dice que si se echa una rana a una olla con agua hirviendo, ésta percibe la mortal temperatura, salta inmediatamente hacia afuera y consigue escapar de la olla sin quemarse. En cambio, si se encuentra dentro de la olla con la temperatura ambiente y la vamos calentando poco a poco, no percibe el peligro ni reacciona, termina perdiendo la conciencia y muere por el calor.

Globalter (junio, 2024)