Al año del golpe institucional y del golpe callejero

Al año del golpe institucional y del golpe callejero

En mi caso es al revés, ni veo a la cuatribarrada como algo propio, después de haber sido prostituida y envilecida por la estelada, ni he cantado nunca más desde hace años Els Segadors. Me son cosas ajenas y extrañas. Yo no he sido nunca muy dado a la exhibición de banderas, pegatinas y símbolos, aunque no haya tenido nada en su contra, salvo con los símbolos fascistas y nazis. Ahora, sólo tengo una bandera, la roja sin anagramas ni símbolos, y la Internacional porque, a mi entender, continúan siendo las del intento de construir la fraternidad, la solidaridad y la paz entre los pueblos y las personas. Respeto y guardo también la imagen de la tricolor republicana por una sencilla razón: era la de la IIª República Española y fue derrotada y eliminada por el fascismo español e internacional.

Crónica Popular (22.09.2018)