Intervención escrita para la presentación de la ASEC/ASIC: “¿Por qué he firmado el manifiesto?”

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Una de las ponentes en el acto de presentación de la ASEC/ASIC, el día 12 de mayo de 2016, fue la catedrática de Filosofía de la Ciencia en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Anna Estany. Como adelanto del video del acto que se está editando, en estos momentos, nos ha hecho llegar la intervención que preparó y expuso para la ocasión:

¿Por qué he firmado el manifiesto?

Indudablemente porque comparto los objetivos que plantea la ASAMBLEA SOCIAL DE LA IZQUIERDA DE CATALUÑA y porque desde el punto de vista estratégico hace mucha falta que se visualice la cantidad de gente de izquierdas que tiene una actitud crítica hacia los movimientos nacionalistas e independentistas, por otra parte incompatibles con los valores de la izquierda.

Las cuestión territorial

La cuestión territorial en su vertiente exclusivamente identitaria no está en mi agenda como uno de los problemas que me interesen y me preocupen de la situación actual. Sin embargo, aunque los filósofos a veces estemos en las nubes no llegamos a perder el sentido de la realidad. Y la realidad, nos guste o no, nos lleva a abordar la estructura territorial desde una perspectiva que para mí ha sido y debe ser patrimonio e identidad de la izquierda: la de un territorio real identificable sobre todo por la su justicia distributiva y social.

Solidaridad

 ‘Solidaridad’ es el término laico que ha sustituido a la caridad. Alguien ha dicho que la solidaridad es voluntaria y que es Cataluña la que debe decidir sobre si quiere hacerla, cuánto, cuándo, cómo, dónde y quién.

  Estoy de acuerdo en que la solidaridad es voluntaria, pero también que la distribución de la riqueza no se puede entender como una cuestión de solidaridad sino de justicia distributiva y ello tanto para los individuos como los territorios.

  ¿Nos parecería adecuado decir que pagar impuestos es una cuestión de solidaridad? Considero como una seña de identidad de la izquierda y de la socialdemocracia que no es una cuestión de solidaridad sino de justicia distributiva.

 En este sentido creo que la perspectiva federal es más propia y eficiente que cualquier otra para resolver el equilibrio y la justicia entre territorios, a partir de la negociación y los acuerdos.

Equidad, igualdad, homogeneidad

Desde los valores de la izquierda la apuesta es por la equidad que no necesariamente implica igualdad y menos homogeneidad.

Hay circunstancias que la igualdad no depende de los humanos sino de la naturaleza en todos sus ámbitos: biológico, físico, geográfico, etc. En lo que sí podemos intervenir es en la equidad.

Respecto a la estructura territorial no podemos cambiar que haya zonas de nieve, playa, lluviosas, secas, etc. no todos los territorios tienen las mismas características, por lo tanto no tenemos igualdad de oportunidades desde el punto de vista físico pero sí podemos tener equidad respecto a los servicios social, las garantías sanitarias y educativas, etc.

LA GESTIÓN DEMOCRÁTICA DE LA DIVERSIDAD

El mundo es diverso en todos sus ámbitos y en todos los estadios evolutivos, desde el físico al humano, desde el nivel cosmológico al biológico, de una punta del planeta a otra lo que encontramos es diversidad de especies, de accidentes geográficos, de culturas, etc. No digamos ya a través de la historia.

• Esta es la realidad, la cuestión es cómo la gestionamos. Y en este sentido se trata de encontrar una opción satisfactoria más que una de óptima que posiblemente no exista o no está a nuestro alcance. Se impone pues un punto de racionalidad y de sentido de la realidad.

  Desde el punto de vista el federalismo es la mejor opción satisfactoria para gestionar democráticamente la diversidad humana, cultural y social”.

ASEC/ASIC (12.05.2016)