Las secuelas de la izquierda reaccionaria
La superioridad moral de la izquierda en el debate público conlleva peligros para la democracia que van desde la prohibición a la radicalización
Quienes realizan previsiones en serio anticipan el declive de la retórica de izquierda reaccionaria (Astral Codex Ten, The Rise And Fall Of Online Culture Wars, 2021). Dios lo quiera. Mientras llega la buena nueva, quizá sea hora de calibrar los destrozos. Que no han sido escasos. Y todavía no plenamente reconocidos. Aún están por llegar los efectos retardados, esos que enquistados en la academia prolongarán las patologías durante generaciones. Si tienen dudas repasen los productos de ciertas disciplinas con notoria alergia al control empírico y lógico de los argumentos: sintomáticamente, los más populares en el gremio (M. Cabello, Another front in the ‘replication crisis’: replicated papers less likely to be cited, The Academic Times, 2021). Allí encontrarán desprecio a la buena ciencia (cuando no a la razón), rechazo sin reservas del proceso globalizador, lamentos por la pérdida de las tradiciones y hasta exigencia de especiales protecciones legales para las religiones. Todo ello cosido con el desprecio a conquistas civilizatorias indiscutibles acusadas de “eurocentristas”. En ese ecosistema ha crecido una parte importante de nuestra izquierda política a la que uno no se cansa de recomendar la relectura -si es que hubo lectura, que ya es mucho suponer- de El Manifiesto Comunista.