El jacobinismo es un universalismo pendiente (parte 1 de 3): Las terribles teorÃas de la Montaña
El diálogo transcurre en la famosa novela de Alejandro Dumas, publicada en 1845. El conde de Montecristo se dirige al fiscal De Villefort. “¿Vuestro padre no era bonapartista?â€, le pregunta; “Me parece recordar que algo asà me habÃais dichoâ€. Incómodo, el fiscal se distancia ostensiblemente de su padre, que peor aún que bonapartista, era jacobino: “Mi padre fue jacobino antes que cualquier otra cosa (..). Cuando mi padre conspiraba, no lo hacÃa por el Emperador [Napoleón], sino contra los Borbones; mi padre tenÃa eso de terrible en él: nunca combatió por las utopÃas irrealizables, sino por las cosas posibles, y al éxito en esas cosas posibles se dedicó a aplicar las terribles teorÃas de la Montaña [facción extrema del jacobinismo parlamentario] que no retrocedÃan ante nada…â€. Pese a la censura filial que tiene que expresar el personaje —celoso servidor y figura prominente de los regÃmenes reaccionarios que su padre habÃa combatido—, sus palabras traslucen, con escaso disimulo, la simpatÃa del novelista hacia los viejos jacobinos.
El Papel (28.11.2022)