Del pancatalanismo al panoportunismo
Los llamados Países Catalanes parten de una utilización política de una realidad científica, la unidad de una lengua, llámese catalán o de otra manera. Prueba de esa utilización, a la que sólo se puede tachar de oportunista, es el hecho de que Andorra, el único estado existente que, hoy por hoy, tiene el catalán como lengua oficial (y eso le supone una cierta presencia internacional, incluso en la sesión inaugural de la Asamblea General de las Naciones Unidas) no forma parte de los Països Catalans. Natural: tampoco es cuestión de ponerse a malas con un país en el que los padres de la patria tienen sus ahorrillos.
Rebelión (26.12.2016)