El crimen fue en Granada. Pero también en Málaga, en Badajoz, en Guernica o en Barcelona. Porque la lucha por la libertad es universal, no tiene fronteras. Y los que quieren imponer muros, y fronteras, son los que están en el otro lado: los enemigos de la libertad, de la democracia y de la justicia. Por mucho que a veces se llenen la boca de grandes palabras. Y por mucho que acusen a los demás, justamente, de lo que ellos mismos hacen.
El catalán (20.08.2017)