Los pijos al asalto del Palacio de Otoño
Pero los pijos no estaban solos. Dos sindicatos, supuestamente anarquistas, CNT y CGT, habían decidido declarar una huelga general como lacayos objetivos de la oligarquía catalana. No me gusta evocar a los muertos, pero no puedo menos que pensar en Buenaventura Durruti. Rememoremos. El 6 de octubre de 1934, en una situación con demasiadas analogías con la actual, mientras la UGT chaqueteaba con la performance, la CNT negó su apoyo al acto de sedición, ya que a lo que aspiraba era a la revolución social
Crónica Popular (11.10.2017)