Me cago en la rana y la libertad de expresión
La explicación a esta deriva solo puede deducirse por haber asumido un individualismo que ha destruido el sentimiento de colectividad y solidaridad entre las personas, la resignación a la hora de luchar y reivindicar al lado de los otros, y la percepción de que no hay alternativa a la situación actual. O sea, la rana en el agua hirviendo. Pues yo me cago en la rana, en Dios y en la Corona.
Público (18.05.2018)