Totalitarismo, hipocresía y desidia
Hay dos vertientes en la situación. En primer lugar, la política. Colgar lazos es un acto de propaganda, como retirarlos lo es también, en el fondo. El hecho de que solo una de las referidas acciones esté perseguida por la policía del régimen, refuerza más, si cabe, la imagen de totalitarismo nacionalista, que repetidamente presenta a esa parte de la ciudadanía que le es fiel (y que no llega al 50%) como los únicos detentadores de la legitimidad, de la representación de la población, del derecho a la propaganda a cualquier precio. La segunda vertiente, a mi parecer, tanto o más grave que la anterior, pero que ha pasado prácticamente desapercibida, o, al menos, no se le ha dado la importancia que requiere, es la medioambiental. Se han distribuido, y se siguen distribuyendo, toneladas de plástico amarillo en todo el territorio catalán, cosa que puede provocar, a medio plazo, un grave problema ambiental, en el linde de la catástrofe.
Crónica Popular (15.09.2018)