Mi conclusión es que hay un serio peligro de balcanización de Cataluña y que ésta puede llevarnos a una división territorial y que lo qué empezó como broma termine siendo una opción real. Tabarnia.
El sufrimiento está asegurado. Pero el nacional-secesionismo, con su huida hacia delante, ansiando llegar a Ítaca, puede encontrar la derrota final.
Crónica Popular (29.09.2018)