Renovables, blancos, negros y grises
Lo está ocurriendo, a mi juicio, es que las grandes empresas del sector han comprendido por fin que era insostenible mantener la producción de energía basada en los combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas…) y se han lanzado con decisión al campo de las renovables. Con decisión y, como no podía ser menos, poniendo por delante el interés económico de sus accionistas, no la sostenibilidad ni el ahorro energético. Y mucho menos se detienen a contemplar los destrozos causados en el paisaje, ni la importancia que tiene para esas pequeñas localidades la palanca económica que representa el turismo. Es comprensible, es la lógica del capital, pero las administraciones públicas están para hacer compatibles unos y otros intereses.
El Periódico (10.03.2021)