Entre historia y religión, me quedo con la historia
Mientras llega ese día, seguiré respetando de modo absoluto el derecho de cada cual a profesar la fe que le parezca oportuna, pero seguiré pensando que están en un error. Que ninguna religión ha sido revelada por ningún Dios a ningún hombre. Que todas ellas son mecanismos de sumisión que han inventado los hombres para gozar de privilegios y conseguir sus objetivos, muy terrenales, en nombre de lo ultraterreno. Y que Lenin se equivocó: la religión no es el opio del pueblo… es una terrible enfermedad.
El Periódico (22.03.2021)