Innovación en el diseño del modelo lingüístico
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Para un nuevo pacto social por la lengua hay que salir del marco mental actual y dejar atrás mitos como la inmersión lingüística, el bilingüismo y la lengua materno-parental
[En el artículo se hace mención a otros artículos; entre ellos este conjunto de la propia autora y de Victoria Camps del año 2007: “Promiscuidad lingüística en Cataluña”; y el de 2008: “Identidad y realidad”]
El tema de la lengua en Cataluña es “el eterno retorno”, en el sentido de una visión circular del tiempo, en este caso el modelo lingüístico. Para un nuevo pacto social por la lengua es necesario dejar atrás el marco de pensamiento anterior y dejar atrás mitos como la inmersión lingüística, el bilingüismo y la lengua materna-parental.
La inmersión lingüística como propuesta subyacente a la organización escolar tiene sus ventajas y desventajas. Es necesario distinguir entre las ventajas y desventajas desde el punto de vista instrumental, tanto profesional como coloquial, en relación con la vida educativa cotidiana, y las ventajas y desventajas desde el punto de vista de la identidad y el reconocimiento cultural que aportan todas las lenguas. El primero se relaciona con las oportunidades que ofrece la educación y que pueden volcarse, por ejemplo, en habilidades profesionales y la propia competencia en el mercado laboral, y en la propia formación académica antes del empleo. La segunda se relaciona con el reconocimiento de la identidad cultural, lo que conlleva la necesaria aceptación por parte del resto, tanto de alumnos como de docentes. Las hipótesis son las siguientes:
Desde un punto de vista instrumental, la inmersión lingüística favorece a los monolingües en castellano, en el sentido explicado en el párrafo anterior, y puede perjudicar a los monolingües en catalán.
Desde el punto de vista de la identidad cultural, la situación se invierte, ya que las ventajas para los monolingües serían en catalán y las desventajas para los monolingües en castellano.
Las propuestas innovadoras para esta situación deberían partir de la siguiente premisa: “Una situación óptima no es sostenible para las escuelas públicas, ni siquiera para las más concertadas“. Por eso, como en tantas situaciones y decisiones de la vida, “hay que apostar por una propuesta satisfactoria”.
Diseñar lenguajes en la escuela es tarea de especialistas con una perspectiva multidisciplinar. Sin embargo, podemos adivinar en qué líneas debe discurrir un modelo lingüístico innovador.
Lecciones preescolares. El catalán sería la lengua de comunicación del profesor con los escolares, pero el castellano debería estar presente durante media hora a través de diversas actividades como cuentacuentos, juegos o conversación.
Educación primaria. El idioma de instrucción sigue siendo el catalán, pero el castellano debe estar más presente que antes. Hay que hacer importantes innovaciones en este punto. A partir de los 6 años debe haber alguna actividad en español todos los días. Dado que la lectura y la escritura se aprenden en esta fase, es necesario programar cómo se introduce el aprendizaje en ambos idiomas en esta fase.
Educación Secundaria. Como se han impartido materias de no ficción al menos en los últimos años, es importante que todos los alumnos se familiaricen con los contenidos (matemáticas, física y química, biología, ciencias sociales, literatura y gramática) en ambos idiomas durante esta fase. Esto significa que en los cuatro cursos de la ESO, por ejemplo, dos cursos impartirán matemáticas en catalán y dos cursos en castellano, así como el resto de materias.
Diploma de escuela secundaria. Durante los dos años de bachillerato, en los que los contenidos constituyen el núcleo de la docencia, las materias deben impartirse en ambos idiomas. Una posible sugerencia para mantener el equilibrio es que al menos una de las materias se imparta en el idioma menos común entre los alumnos.
La máxima debe ser “igualdad sin uniformidad en el modelo lingüístico”, con criterios comunes y consensuados de aplicación en cada escuela en función del contexto sociocultural.
Anna Estany es profesora emérita de Filosofía de la Ciencia y miembro de Federalistes d’Esquerres.
El País (15.06.2022)