En cualquier caso, la oposición social a la inmersión está más fuerte que nunca, está cargada de poderosas razones, su propuesta a favor de la convivencia lingüística en la escuela es imbatible, y no va a cansarse hasta lograr que el castellano sea también lengua vehicular en la enseñanza obligatoria.
Crónica Global (21.09.2022)