La enmienda a la ley que ha planteado el PSOE esta semana, en clara colisión con sus socios en el Gobierno de Unidas Podemos, es una clara rectificación, un regreso al modelo anterior con dos tipos penales diferenciados por la violencia o la intimidación (como antes eran el abuso y la agresión), aunque sin llamarlos de forma diferente, tal vez para que la vuelta a la cordura no lo parezca.
Crónica Global (8.02.2023)