La Audiencia Nacional sitúa en Estonia la organización técnica de Tsunami Democràtic
Los investigadores describen un reparto de tareas y un entramado técnico y financiero desarrollado a través de siete sociedades
La investigación desarrollada bajo secreto en la Audiencia Nacional sobre la plataforma Tsunami Democràtic considera que la planificación y movilización que llevó a cabo en protesta por la sentencia del ‘procés’, dictada en octubre de 2019, necesitó de una dirección que tomase decisiones en el marco de una estrategia global independentista, en la que se sitúa el grupo de Signal llamado ‘Harley Davidson’. Pero también precisó de personas dispuestas a participar en las acciones desarrolladas y de unas estructuras técnicas y financieras, que se presumen imprescindibles para que todo funcione.
Fuentes de la investigación señalan a El Periódico de Catalunya que las diligencias realizadas han dejado al descubierto una compleja estructura de apoyo técnico, encargada de los desarrollos digitales necesarios para el propio funcionamiento de la plataforma o del Consell per la República. De tal forma que hasta para conocer la convocatoria de movilizaciones previstas por Tsunami Democràtic se requería un código QR, que solo se facilitaba a personas de confianza. También incluía sistemas para poder realizar donaciones e incluso para votar en un hipotético referéndum, a través de un proyecto desarrollado a través de siete sociedades con sede en Estonia.
Además, la aplicación, que requería un alto nivel de sofisticación, se alojaba en páginas de otros países, como Estados Unidos. Así se conseguía neutralizar la clausura judicial de sus páginas, como tsunamidemocratic.cat, creado en julio de 2019, lo que es significativo de la planificación previa con la que se puso en marcha, según dichas fuentes. Se hizo a través de la compañía Cloudfare, con sede en San Francisco y que ofrecía servicios contra ataques de terceros para tumbar el servidor.
Con ella hasta se podían realizar donaciones con las que se abría una forma de financiación, al frente de cuya estructura se situaría Jaume Cabani, titular de una cuenta en Suiza facilitada para la realización de un ingreso de 6.000 francos suizos desde Italia dirigido a Tsunami Democràtic para financiar a los que bloqueaban el aeropuerto de Barcelona-El Prat, como había ocurrido con el de Hong-Kong, acción con el que la plataforma prácticamente se dio a conocer.
Criptomonedas
La investigación sitúa al informático Jordi Baylina al frente de diversos proyectos independentistas y, entre ellos, el proyecto Vocdoni para conseguir que funcione la identidad y el voto digital, así como la implementación de una criptomoneda, llamada Geneba, para financiar la república Catalana sin estar bajo el control del Banco de España o cualquier otra entidad. A su labor se suman la de otros investigados, como Joan Arus, que formaría parte del equipo de Bruselas, encargado de la creación de una Cámara de Comercio Digital, o Elies Campo, autor del informe de Citizen Lab que denunció el espionaje con Pegasus de más de 60 personalidades catalanas.
Los investigadores creen que situar en Estonia la estructura empresarial de Vocdoni no fue casual, porque, además, de evitar el control administrativo y tributario español, ofrece ventajas por su residencia electrónica o e-Residency, programa lanzado en 2014 por las autoridades de Tallín para permitir la creación de empresas y su administración online sin ser necesario ningún tipo de establecimiento.
De tal forma que el programa e-Residency que quiere poner en marcha el Consell per la Republica podría estar inspirado en el modelo estonio, con el objetivo de poder poner en marcha una República Catalana Digital donde los ciudadanos, además, dispongan de una carpeta con todos sus datos para hacer posibles sus gestiones.
El Periódico (12.04.203)