Junts votó la investidura de Sánchez a cambio de la amnistía. No se comprometió a nada más. En el resto de los asuntos, el Gobierno tiene que darles de comer aparte.
“Es una oportunidad histórica y un acuerdo para una legislatura de cuatro años”, exclamó el socialista Santos Cerdán el 9 de noviembre desde Bruselas. La oportunidad (lo de histórica fatiga mucho) depende de para quién. Para el expresident y Junts está claro que sí, y por ahora lo están sabiendo exprimir muy bien. De la irrelevancia al protagonismo con tan solo siete diputados. Y para Pedro Sánchez fue la forma de garantizarse la reelección sin volver a las urnas.
Prefirió el cortoplacismo al coraje de asumir que los números del 23J no daban para gobernar sin estar cada día con la soga al cuello. Para el PSOE, como partido de Estado y garante de la Constitución, el final puede ser catastrófico. Lo manifiestamente falso de la frase pronunciada por su secretario de Organización es lo del “acuerdo para una legislatura”. Ni de cuatro años, ni de dos meses. Junts votó la investidura de Sánchez a cambio de la amnistía. No se comprometió a nada más. En el resto de los asuntos, el Gobierno tiene que darles de comer aparte. Cría cuervos y te comerán los ojos.
De la votación de esta semana se puede destacar que el presidente vuelve a ser un superviviente. Sobrevivió cuando se mascaba el naufragio. El problema, de nuevo, es el precio que pagar. El acuerdo con Junts sobre inmigración es tan opaco como vergonzante. Lo peor de todo es que está en las antípodas de una política progresista, que fue la excusa para tragar con una amnistía (sin perdón ni reconciliación) que se negó mil veces. Qué no diríamos si gobernase el PP y Vox exigiera poder decidir sobre la expulsión de inmigrantes, o Núñez Feijóo aceptara el traspaso de la gestión integral de esa competencia a las autonomías donde gobierna con la ultraderecha. Y en clave catalana, ¿esas cesiones a Junts acaso no alimentan la candidatura de Puigdemont, que vuelve a ser el preferido de los catalanes como president? La amnistía solo puede pasar por buena a medio plazo si Salvador Illa ocupa la Generalitat y se da carpetazo a la tensión secesionista. Pero Sánchez, medio vivo y medio muerto (lean a Joan Tapia), cría cuervos.
El Periódico (12.01.2023)