El futuro de MUFACE sigue siendo incierto. La ausencia de una voluntad política firme para su integración en el Sistema Nacional de Salud perpetúa un modelo que, lejos de garantizar la equidad y la sostenibilidad, beneficia a las grandes corporaciones en detrimento del interés general. La pregunta clave sigue sin respuesta: ¿Debe el Estado seguir financiando aseguradoras privadas con dinero público mientras la sanidad pública se encuentra en crisis? Hasta que esta cuestión no se aborde con seriedad y determinación, la sanidad en España continuará atrapada en una dinámica donde los intereses económicos priman sobre el derecho universal a la salud.
El Viejo Topo (7.02.2025)