El enfoque unilateral de Estados Unidos refleja una clara intención de asegurar su dominio en una región que, en pocas décadas, podría convertirse en el eje de las rutas comerciales globales y una de las mayores fuentes de recursos naturales. Las acciones de Trump, aunque polémicas y muchas veces presentadas de manera extravagante, responden a una lógica geopolítica anticipatoria. Por otro lado, el sometimiento de Europa a los intereses estadounidenses en el contexto ártico ha dejado en evidencia la debilidad de las instituciones europeas para defender la soberanía de sus estados miembros.
El Viejo Topo (2.04.2025)