La izquierda no tiene un proyecto para España más allá de apostar por un mal llamado derecho a decidir que ni siquiera es de izquierda. Parece abogar por un derecho a dividir como si de eso pudiera salir algo más que miniestados identitarios donde la clase obrera sería, aún más, carne de cañón para las oligarquías locales y las multinacionales.
Crónica Popular (17.09.2016)