El día de la marmota en la política catalana
El independentismo puso en la picota a Roger Torrent por inhabilitar a Torra. Ahora que lo hace Laura Borràs, la culpa es de los letrados y nadie chista
El País (8.02,2022)
El día de la marmota en la política catalana
El independentismo puso en la picota a Roger Torrent por inhabilitar a Torra. Ahora que lo hace Laura Borràs, la culpa es de los letrados y nadie chista
El País (8.02,2022)
Normalidad, solo en agresiones sexuales
Un informe del Clínic establece que el 58% de las agresiones sexuales a mujeres se produjeron en un domicilio y que en el 55% de las jóvenes agredidas de menores de 25 años hubo una sumisión química previa
Parecía que la normalidad iba a estar de vuelta a nuestras vidas en breve. Parecía, pasados casi dos años, que al fin podríamos relacionarnos como antes de aquel ya lejano marzo de 2020, irnos de copas, quedar con amigos, entrar, salir… y no. Bueno, en realidad la normalidad de antaño no ha regresado en líneas general, pero sí lo ha hecho, por desgracia, en violencia machista.
No cancela quien quiere, sino quien puede
Lo políticamente correcto se está convirtiendo más en un instrumento con fines antidemocráticos, que en un instrumento en defensa de minorías y de vulnerables, en algo más peligroso que solidario
La frase del título no es mía, se la escuché a Ana Iris Simón hace unos días en un podcast. Hacía referencia a la cultura de la cancelación, que tan de moda está en estos últimos tiempos, en la que los autodenominados jueces de lo políticamente correcto, desde un determinado sector que se proclama de izquierda, se abalanzan, por lo general en redes sociales, contra una persona por emitir una opinión distinta a la que ellos esperan, que suele ser, a su juicio, no favorable a un colectivo que se presenta como vulnerable.
¿Se puede incumplir una sentencia?
¿Cuál habría sido la reacción si la justicia no hubiera dado la razón a la familia que pedía un 25% de clases en castellano? Se hubiera presentado como una victoria del Govern y del independentismo
La situación que tiene lugar en Cataluña estos días como consecuencia de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, lo que todos conocemos ya como el caso de Canet nos debería llevar hacia una reflexión que va más allá de lo lingüístico y que hace pensar en la falta de conciencia de lo que significa un Estado de derecho, de lo que son los derechos democráticos, por no decir que nos hace pensar que nos encontramos ante un sector de la sociedad que con sus quejas roza lo antidemócrata. Sin embargo, no es una situación endémica de Cataluña, por desgracia se viene repitiendo a lo largo y ancho de nuestra geografía.
Hoy Madrid está un poco más huérfano, como huérfanos estamos todos sus amigos, todos los que la queremos y la admiramos
Yo no había cumplido treinta años cuando conocí a Almudena Grandes. Rompió uno de esos famosos encierros suyos que hacía cada vez que quería concentrarse y escribir una de sus estupendas novelas, porque quiso presentar el que fue mi primer ensayo. Fue en Rivas-Vaciamadrid, era invierno y hacía mucho frío. Almudena llegó, no lo olvidaré jamás, con esa melena suya negra al viento y un abrigo de piel rojo y su presencia llenó la librería Muga. No nos conocíamos hasta ese momento y nos hicimos amigas ese mismo día. Fue fácil. Tras la presentación unos vinos, unas tapas y literatura, política, feminismo, más política… Y a partir de entonces Madrid no era Madrid si no pasaba por su casa, y así para mí Madrid acabó siendo Almudena, en realidad para mí Madrid siempre será Almudena.
J.K. Rowling o la coherencia feminista frente a la amenaza
Si decimos que las niñas a las que no le gustan las muñecas ya no son mujeres y si en los premios musicales no se diferencian a los cantantes masculinos de las femeninas, parece claro que hay interés en borrar a las mujeres
“Tres transactivistas publican una foto en la puerta de la casa de J.K. Rowling a raíz de lo cual recibe amenazas de muerte”; “El servicio público de salud trata como transgénero a las niñas a las que no les gustan las muñecas” y “Los premios Brit Awards eliminan las categorías femenina y masculina para ser lo más inclusivos posibles”. Los tres titulares de estas noticias se publicaron en la misma doble página del diario ‘Telegraph’, el pasado 23 de noviembre.
¿Cuál es el nexo de unión para que se publiquen juntas? El borrado de las mujeres.
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Imponer una lengua disminuye sus hablantes
Los idiomas solo tienen dos enemigos: quienes los prohíben y quienes los exigen. Y en Cataluña entre nuestros gobernantes tenemos bastante de los dos grupos. Yo quiero hablar mis dos lenguas en libertad.
El 4 noviembre al mediodía, Salvador Vergés, diputado de Junts, se entretenía tuiteando en plena jornada laboral acerca de la intervención de un diputado del PSC: “Ahora mismo, en el Parlament, un diputado socialista cambia del catalán al castellano para verbalizar una cita de Cicerón. Todos sabemos que Marcus Tullius Cicerón, nacido en Formia el 106 antes de Cristo, hablaba en perfecto castellano, como debe ser. Seguimos”.
Cuando al vandalismo lo llamaban libertad de expresión para conseguir la independencia
Choca la escasa o nula memoria de los que no hace tanto tiempo alentaban a expresarse en las calles —sin poner límite a la violencia— para quejarse de la sentencia del ‘procés’
A raíz de la violencia y los disturbios que tuvieron lugar en Barcelona el pasado fin de semana, Ernest Maragall (ERC) no ha tardado en hacer responsable al Ayuntamiento de Barcelona, con su alcaldesa a la cabeza, por incompetente, de los mismos: “En Barcelona se ha sobrepasado todo límite: espacio público desbordado, del incivismo a la delincuencia, autoridad perdida. No es excusa la cantidad ni presencia de no-barceloneses. Gobierno municipal sinónimo de impotencia total. Si no saben asumir responsabilidades que dejen paso a los que sí queremos”. Quiero pensar que además llamó a la alcaldesa.
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Silbidos, abucheos y algo de mansplaining de la derecha catalana
Alguien debería explicarle a Ada Colau que vive una ilusión de su relación con los independentistas con los que se afana en hacerse perdonar la vida sin demasiado éxito, como puede verse
A finales del pasado mes, Pedro Sánchez fue recibido en la plaza mayor de Salamanca, cuando se disponía a asistir a la conferencia de presidentes, con abucheos por parte de algunos grupos de derecha. Consecuencia de esos silbidos, un paseíllo que se realiza tradicionalmente al acabar las reuniones fue suprimido. Desde Moncloa no querían que se repitiera el griterío.
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Afganistán: el país que no quiere a sus mujeres
No sé cuál de las restricciones y maltratos que vendrán es más denigrante, vejatorio o humillante
Hay muchas situaciones, muchas, en las que ser mujer -hembra de sexo femenino, por si hubiera dudas- puede suponer un drama y una de ellas es haber nacido en Afganistán.
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