Memoria histórica: miente que algo queda
Al final, el cuento cobra su sentido: aunque pocos se creen las historias oficiales, nunca se entierran. En eso consiste imponer un relato, en mentir los primeros.
El Mundo (5.08.2024)
Memoria histórica: miente que algo queda
Al final, el cuento cobra su sentido: aunque pocos se creen las historias oficiales, nunca se entierran. En eso consiste imponer un relato, en mentir los primeros.
El Mundo (5.08.2024)
Toda epidemia necesita su comité de crisis
Fijado el viciado marco mental, se entiende la urgencia de comités y consejos asesores
El Mundo (29.07.2024)
El enigmático prestigio de la burguesía catalana
Comienzo a pensar que sí hay una identidad catalana. Solo que no se corresponde con los cuentos habituales del espíritu emprendedor. La fábula que tanto gusta en Madrid. La garantía de la perpetua adolescencia de la burguesía gimoteante.
El Mundo (22.07.2024)
Sobre la imposibilidad de resolver los falsos problemas
En un artículo aparecido hace casi veinte años en el Times Literary Supplement, Jerry Fodor, uno de los mejores filósofos del último medio siglo ―aunque solo sea por su capacidad para revisar sus ideas―, expresó una duda que cualquiera que se dedique a los asuntos del pensamiento cobrando por ello y se tome a sí mismo en serio no puede dejar de compartir, aunque no se atreva a expresarla en público: «En mis días malos, me pregunto para qué sirven los filósofos».
Revista de Libros (19.07.2024)
Democracia, ¡cómo te queremos!
Las elecciones francesas confirmarían la crisis de la democracia liberal. No podemos ignorar sus achaques. La autocomplacencia es la peor disposición para abordar racionalmente los problemas colectivos.
Cuando los resultados no gustan, aparecen los cordones sanitarios y nos olvidamos de la consigna, tantas veces repetida durante meses en España: debe gobernar el que más votos obtenga. Mejor Macron, el último, muy último, si le descontamos los votos prestados. Las elecciones francesas confirmarían la crisis de la democracia liberal. Nada nuevo. Cada 50 años, con la regularidad de las estaciones, una oleada de literatura recuerda sus achaques. Hace 100 años (Ortega, Pareto, Michels, Weber, Schmitt, Kelsen), hace 50 (Crozier, Huntington. Watanuki, Pateman) y también ahora mismo. La ola bibliografía más reciente la ha inventariado Emmanuel Todd, sociólogo serio por demógrafo, en su imprescindible La derrota de Occidente. Con una tesis coincidente: la democracia presenta problemas. Montones de libros. Y eso que no incluía uno de los mejores, el de Adam Przeworski, La crisis de la democracia.
Mimetizarse con los ciudadanos, atendiendo a sus querencias inmediatas, incluidas las más primitivas, refuerza una extendida confusión, entre votos y calidad de las ideas, con graves implicaciones políticas
Una derrota electoral no equivale a una derrota de las ideas. Lo sabemos todos, incluidos los políticos. Sin embargo, cuando les vienen mal dadas, acatan la tópica cursilería circulante al explicar o justificar sus derrotas, comenzando por la más desastrada de todas: «no hemos escuchado la voz de los ciudadanos (el pueblo, los votantes, etc.)». Una chatarra reforzada no pocas veces con la tramposa metáfora espacial que conduce a delirios como uno que escuché en la radio al día siguiente de las elecciones: «extrema derecha moderada» (les confieso que estaba esperando un remate «…de centro izquierda»). Y, claro, para complacer a todos, y no molestar a nadie, no dicen nada. Perdón, hablan de eficacia, honradez. Y de cumplir la ley. Gestionan. Hasta se muestran orgullosos de la falta de ideología.
El PP reivindica la ‘doctrina Bilardo’
Cualquiera con perfil propio les parece sospechoso de conspiración
[Enlace al artículo completo: 1 y 2]
El Mundo (30.05.2024)
El ‘apaciguamiento’, segunda temporada
La derrota del nacionalismo es la de sus empeños y propuestas. Algo parecido a lo que sucedió con el racismo: sus ideas arrumbadas y sus defensores con la cabeza gacha. Nada de eso sucede en el País Vasco y Cataluña.
Como en una saga cinematográfica, ya tenemos nueva entrega del relato «Zapatero acabó con ETA»: «Sánchez y su apaciguamiento han terminado con el procés». Según costumbre en una gran producción, antes del estreno se multiplican los elogios. Los augures compiten a ver quién muestra mayor fervor. No sé si, como en el cine, engrasados por las productoras. Según nos cuentan, hemos ganado. Y sí, la goleada ha sido de escándalo. En nuestra portería.
La responsabilidad de los abajo firmantes: la moral de verdad
La verdad no es moral, pero la decisión de buscarla sí lo es
[Enlace al artículo completo: 1 y 2]
El Mundo (8.05.2024)
Cuando los sumandos se descomponen
Con perplejidad
[Enlace al artículo completo: 1 y 2]
El Mundo (4.04.2024)