Diego Fusaro: ‘El nuevo orden erótico’, una encíclica profana contra los amos de este mundo
La globalización capitalista ha hecho saltar esto por los aires al deslocalizar, virtualizar y homogeneizar nuestra identidad. Como sostiene Fusaro: «La locución ‘te amo’ no puede explicarse, ya que rehúye de toda posible definición (…) y representa el carácter resistente a toda homologación propia de la experiencia veritativa del amor (…) El capitalismo global se plantea como ideología de lo mismo y, en consecuencia, como nivelación homologadora de los seres bajo el signo de la forma mercancía: no conoce nombres propios». Por ende, una defensa de la familia pasa por re-conocer nuestros nombres propios localizados en una civilización, una cultura, una patria y una familia concretas. Pasa por plantar cara a los amos del mundo diciendo: este es mi nombre y me lo regalaron mis padres.
La Gaceta de la Iberosfera (17.01.2023)