Cierre y despedida… ¿provisional, definitiva?
[Crónicas sabatinas] Más acá y por debajo del nacionalismo-secesionismo
Antonio Santamaría, una vez más, ha dado en el clavo (aunque tal vez debamos a empezar a repensar esta separación-disyunción, discutible a todas luces, entre sociedad catalana y española). Quien dice “tapar la corrupción”, dice consolidar y aumentar aún más el poder de clase de las clases dominadoras y hegemónica por el momento; el dominio indiscutido de las 400 familias; su apuesta (calculada pero arriesgada), a corto pero sobre todo a largo plazo, por quedarse con todo el pastel (o lo más que puedan) en exclusiva; su cosmovisión profundamente neoliberal y antipopular; su apuesta (a excepción de la CUP) por la actual UE y la actual eurozona; su más que clasista estar-en-el-mundo; su crematístico “sentido de la vida”; su catalanismo excluyente, homogeneizador y antiespañol (sin apenas matices), etc.
Rebelión (30.07.2016)