Es precisamente esta falsificación de lo que verdaderamente fue la lucha democrática antifranquista lo que hace que surja el riesgo de la vuelta a algo parecido que, si bien sustentado en un bloque político diferente, haga tabla rasa de esta pequeña libertad que aún podemos tener. Banalizar el franquismo al convertirlo en un coco maligno, pero sin explicar nada de sus porqués, no sirve a ninguna causa democrática. Claro que ya hemos arrojado antes alguna luz sobre lo poco, fuera del fingimiento, que el actual gobierno tiene que ver con ninguna causa democrática.
Crónica Política – Editorial (15.01.2025)