Soluciones húngaras para problemas españoles
El problema no son los que nos distraen, sino otro, que nadie nombra. El nacionalismo.
Además de por el goulash, Hungría es conocida por sus genios, matemáticos y civiles. El más afamado, extrañamente relegado en la nómina de los científicos protagonistas en la película Oppenheimer, fue John von Neumann, quizá el espécimen más inteligente que ha producido nuestra especie. Y no era el único. Rumano, pero de origen húngaro, casi tan listo como el creador de la teoría de juegos, y también con importantes aportaciones en distintas áreas de la matemática -algo menos común de lo que se cree- con implicaciones prácticas y empíricas, Abraham Wald contribuyó a salvar la vida de muchos aviadores mediante una luminosa interpretación estadística. Les cuento.