Recuerdos, identidad y escatología
Llegó aquello de la “construcción nacional” y en las escuelas se impuso el “tió”. Y de ahí pasó a los hogares. Por supuesto que se trata de una tradición pagana, por lo que no me resulta molesta (soy así de descreído), pero lo que sí me trastorna es la imposición solapada de que ha sido objeto. Se ha hablado mucho de los intentos identitarios, por parte del nacionalismo, de crear un Cataluña diferente de España, pero hasta ahora muy poco de la uniformización que ha sufrido la propia Cataluña, anihilando su diversidad cultural en aras de la imposición de las tradiciones rurales en las áreas urbanas y, a ser posible, de las de la Cataluña “vella” sobre la “nova”. No hace muchos días una amiga nacida en el límite tarraconense con Aragón, recordaba que en su juventud era normal que, en su pueblo, se bailaran espontáneamente jotas durante la fiesta mayor. Ahora solo hay sardanas. Ya se sabe: “un sol poble”.
Crónica Popular (22.12.2017)